Introducción

¿QUÉ SON LAS ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES?

Las enfermedades cardiovasculares (ECV), es decir, del corazón y de los vasos sanguíneos, son:

-La cardiopatía coronaria – enfermedad de los vasos sanguíneos que irrigan el músculo cardiaco (miocardio);
-Las enfermedades cerebrovasculares – enfermedades de los vasos sanguíneos que irrigan el cerebro;
-Las arteriopatías periféricas – enfermedades de los vasos sanguíneos que irrigan los miembros superiores e inferiores;
-La cardiopatía reumática – lesiones del miocardio y de las válvulas cardíacas debidas a la fiebre reumática, una enfermedad causada por bacterias denominadas estreptococos;
-Las cardiopatías congénitas – malformaciones del corazón presentes desde el nacimiento; y
-Las trombosis venosas profundas y embolias pulmonares – coágulos de sangre (trombos) en las venas de las piernas, que pueden desprenderse (émbolos) y alojarse en los vasos del corazón y los pulmones.
-Los ataques al corazón y los accidentes vasculares cerebrales (AVC) suelen ser fenómenos agudos que se deben sobre todo a obstrucciones que impiden que la sangre fluya hacia el corazón o el cerebro. La causa más frecuente es la formación de depósitos de grasa en las paredes de los vasos sanguíneos que irrigan el corazón o el cerebro. Los AVC también pueden deberse a hemorragias de los vasos cerebrales o coágulos de sangre.

DATOS SOBRE LAS ECV
Las ECV son la principal causa de muerte en todo el mundo. Cada año mueren más personas por ECV que por cualquier otra causa.
Se calcula que en 2005 murieron por esta causa 17,5 millones de personas, lo cual representa un 30% de todas las muertes registradas en el mundo; 7,6 millones de esas muertes se debieron a la cardiopatía coronaria, y 5,7 millones a los AVC.
Las muertes por ECV afectan por igual a ambos sexos, y más del 80% se producen en países de ingresos bajos y medios.
Se calcula que en 2015 morirán cerca de 20 millones de personas por ECV, sobre todo por cardiopatías y AVC, y se prevé que sigan siendo la principal causa de muerte.

CAUSAS DE LAS ECV
Las causas de las ECV están bien definidas y son bien conocidas. Las causas más importantes de cardiopatía y AVC son los llamados "factores de riesgo modificables": dieta malsana, inactividad física y consumo de tabaco.
Los efectos de la dieta malsana y de la inactividad física pueden manifestarse como "factores de riesgo intermedios": aumento de la tensión arterial y del azúcar y los lípidos de la sangre, sobrepeso y obesidad.
Los principales factores de riesgo modificables son responsables de aproximadamente un 80% de los casos de cardiopatía coronaria y enfermedad cerebrovascular.
También hay una serie de determinantes subyacentes de las enfermedades crónicas, es decir, "las causas de las causas", que son un reflejo de las principales fuerzas que rigen los cambios sociales, económicos y culturales: la globalización, la urbanización y el envejecimiento de la población. Otros determinantes de las ECV son la pobreza y el estrés.

SÍNTOMAS FRECUENTES DE LAS ECV
La enfermedad subyacente de los vasos sanguíneos no suele presentar síntomas, y su primera manifestación puede ser un ataque al corazón o un AVC.
Los síntomas del ataque al corazón consisten en dolor o molestias en el pecho, brazos, hombro izquierdo, mandíbula o espalda. Además puede haber dificultad para respirar, náuseas o vómitos, mareos o desmayos, sudores fríos y palidez.
La dificultad para respirar, las náuseas y vómitos y el dolor en la mandíbula o la espalda son más frecuentes en las mujeres.
El síntoma más frecuente de los AVC es la pérdida súbita, generalmente unilateral, de fuerza muscular en los brazos, piernas o cara. Otros síntomas consisten en la aparición súbita, generalmente unilateral, de entumecimiento en la cara, piernas o brazos; confusión, dificultad para hablar o comprender lo que se dice; problemas visuales en uno o ambos ojos; dificultad para caminar, mareos, pérdida de equilibrio o coordinación; dolor de cabeza intenso de causa desconocida, y debilidad o pérdida de conciencia.
Quienes sufran estos síntomas deben acudir inmediatamente al médico.

Informacion extraida de la OMS

viernes, 1 de febrero de 2008

Arteriopatía periférica.

DEFINICIÓN:
Se trata de una enfermedad que afecta sobre todo a las arterias de las extremidades inferiores y está producida por la dificultad de la circulación de la sangre a través de estas arterias. De la misma forma que la arteriosclerosis produce una cardiopatía isquémica cuando afecta a las arterias coronarias, o una enfermedad cerebrovascular cuando afecta a las arterias que irrigan el cerebro, en este caso la estrechez de las arterias se localiza en las extremidades inferiores.

SÍNTOMAS:
Hemos dicho que la enfermedad consiste en una deficiente circulación de la sangre por las extremidades inferiores. La sangre arterial llega con dificultad a nivel de las piernas. Al principio puede no haber ningún síntoma y sólo el médico puede detectar la enfermedad al notar una ausencia de los pulsos de los pies cuando explora rutinariamente a su enfermo. Más adelante pueden aparecer las primeras molestias. Efectivamente, cuando la demanda de oxígeno aumente, las arterias deterioradas no van a ser capaces de aportar la suficiente sangre oxigenada. Esto ocurre al realizar cualquier esfuerzo. El enfermo nota que cuando lleva un rato caminando un intenso dolor en las pantorrillas o a veces en una sola, le obliga a pararse y descansar. Curiosamente puede precisar exactamente cuántos metros le permite caminar su pierna sin tenerse que parar 500, 300, 200 metros, el umbral cada vez es menor a medida que progresa la enfermedad. Es lo que se denomina claudicación intermitente. Finalmente el dolor puede aparecer en reposo, las arterias han llegado a un grado extremo de deterioro, pueden aparecer trastornos en la vitalidad de la extremidad, caída del vello, frialdad, trastornos de la piel, heridas que no curan y en la última fase úlceras importantes que pueden llegar a la gangrena. Afortunadamente la mayor parte de los enfermos no llegan a estos dramáticos extremos sobre todo si adoptan las sencillas medidas de tratamiento que pueden detener el avance de esta, de otro modo, penosa enfermedad.

¿CÓMO PREVENIR LA CLAUDICACIÓN INTERMITENTE?
La forma de prevenir esta enfermedad es la misma que sirve para prevenir todas las enfermedades relacionadas con la arteriosclerosis. Son sobradamente conocidos los factores de riesgo para la aparición de esta frecuente enfermedad arterial, el tabaquismo, la diabetes, el exceso de colesterol en la sangre, la hipertensión, la obesidad, etc. Dos de estos factores actúan de forma especialmente intensa sobre las arterias de las piernas y son: el hábito de fumar y la diabetes.

DIAGNÓSTICO:
Cuando la enfermedad está establecida, el diagnóstico es sencillísimo pues, al contrario de lo que ocurre con la mayor parte de las enfermedades, en este caso los síntomas son siempre «de libro», exactamente como los hemos descrito. Para detectarla antes de que el enfermo note ninguna molestia el médico practica unas exploraciones rutinarias que deben hacerse periódicamente sobre todo en enfermos de riesgo (fumadores, diabéticos, hipertensos, dislipémicos, ... ). Estas exploraciones son tan simples que palpar los pulsos de las extremidades (superiores e inferiores) lo que no lleva más de uno o dos minutos. Otra exploración que puede hacerse en la consulta del médico es la oscilometría mediante un manguito similar al usado para determinar la tensión arterial colocado en este caso en las piernas y que permite determinar el estado de la circulación arterias de forma más sensible. Otra exploración asequible en la consulta del médico es el doppler. Exploraciones más complejas pueden realizarse cuando existan dudas o cuando vaya a procederse a una intervención quirúrgica.

TRATAMIENTO Y MEDIDAS SENCILLAS QUE SE PUEDEN ADOPTAR:
La verdad es que nos encontramos aquí con medidas de nuevo aparentemente sencillas pero a la hora de la verdad son terriblemente dificiles de llevar a cabo. Estas medidas simples y eficaces son las siguientes:
- Cuidados de la piel, que ya hemos visto que esta carente de vitalidad y es muy sensible a heridas que luego serán difíciles de curar.
-Evitar por tanto golpes y lesiones de todo tipo sobre las piernas.
-Tratamiento inmediato de cualquier herida o infección que aparezca.
-Control de todos los factores de riesgo para la arteriosclerosis y sobre todo de la diabetes.
-Hacer el ejercicio fisíco que permita la enfermedad de forma regular.
-Y la medida más importante y eficaz que realmente detiene el avance de la enfermedad e incluso es capaz de producir una auténtica mejoría es la supresión del tabaquismo.
Tal vez ésta sea una de las enfermedades que llevaron a la comunidad médica a plantearse el tabaquismo como una auténtica drogadicción sobre la que se debería investigar y para la que merecía la pena diseñar un tratamiento de ayuda para fumadores empedernidos. Efectivamente, muchos de estos enfermos, aun sabiendo que la única posibilidad de tratamiento y mejoría es abandonar el tabaco, se ven incapaces de hacerlo. Ver enfermos que han sufrido una amputación de un pie o una pierna por culpa del tabaco y siguen fumando, aún sabiendo que pueden perder la otra, y ver como llegan a perder otra extremidad sin ser capaces de haber dejado de fumar demuestra, indudablemente, que dejar de fumar es para muchas personas algo más que una cuestión de fuerza de voluntad.

TRATAMIENTO QUIRÚRJICO:
Puede efectuarse un tratamiento quirúrgico a base de reconstruir los segmentos arteriales lesionados o establecer comunicaciones «by-pass» que eviten las zonas en que el flujo sanguíneo esté dificultado. En casos seleccionados pueden practicarse angioplastias transluminales (técnica igual a la descrita en aspartado dedicado a la angina de pecho y el infarto).
En general estas intervenciones tienen un riesgo importante que viene condicionado por la propia arteriosclerosis que como sabemos puede haber afectado también a la circulación coronaria añadiendo un riesgo más al propio de la edad, normalmente avanzada, de estos enfermos. Por ese motivo se prefiere normalmente diferir la operación a los casos en los que se hayan agotado las opciones terapéuticas más conservadoras.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Está demostrado que el humo del cigarro es un factor de riesgo en el desarrollo de enfermedad cardiovasculares, enfermedades respiratorias, varios tipos de cáncer, impotencia sexual, etc. El tabaco contiene muchas sustancias nocivas para la salud y es el responsable en el desarrollo del cáncer de pulmón, creo que ya no nos debe sorprender sus consecuencias. Es mejor que pensemos en dejar este vicio mortal que nos puede causar la muerte, busquemos alternativas para dejar de fumar como los parches antitabaco, los chicles y los cigarrillos electrónicos cigarette alternative que son muy efectivos.